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¿Qué beneficios tiene el consumo de los productos del mar?

¿Qué beneficios tiene el consumo de los productos del mar?

Además de cuidar nuestra salud, elegir peces y mariscos en nuestra dieta contribuye al desarrollo económico y al cuidado del planeta.

La diversidad de especies de pescado y marisco que está a nuestra disposición en los puntos de venta nos permite seguir una dieta variada y equilibrada. Teniendo en cuenta las temporadas y los momentos óptimos de consumo de cada una de ellas, podemos disfrutar a lo largo del año de productos con sabores muy diferentes, que además permiten infinidad de preparaciones. Pero más allá de evitar que la hora de comer sea aburrida porque repetimos siempre las mismas recetas, el consumo de los productos procedentes de la pesca y la acuicultura tiene más beneficios.

Nivel social: ayuda al desarrollo económico

En el II Foro de los Océanos, celebrado en Ginebra (Suiza) en el año 2018, Cepesca puso de ejemplo a Galicia para explicar el impacto que la pesca tiene en la sociedad y economía española. Para eso, este organismo tomó como referencia un informe elaborado por la Universidade de Santiago de Compostela donde se indica que, en nuestra comunidad, la pesca supone un 79% de la actividad económica. A nivel mundial, también juega un papel importante, puesto que, según datos de la FAO, se estima que 43,5 millones de personas tienen empleos relacionados con la pesca y la acuicultura.

Por lo tanto, el consumo de estos productos, siempre sostenibles y de proximidad, contribuye al desarrollo económico de aquellas áreas donde la población lleva a cabo trabajos relacionados con el mar, en las que existen pocas probabilidades de encontrar otro empleo. Para entender su importancia debemos tener en cuenta también que, además de los trabajos directos, existen numerosas actividades económicas vinculadas, como la construcción de embarcaciones, la fabricación de redes, el procesamiento de los productos del mar o el transporte.

Nivel ambiental: una de las opciones más sostenibles

La pesca tiene un menor impacto ambiental que otras actividades destinadas a conseguir productos para el consumo humano. Un estudio desarrollado por el departamento de Ciencias del Mar y Pesca de la Universidad de Washington sitúa su primera huella ambiental sobre los océanos en el 4%, es decir, un tercio de la que tiene la agricultura a nivel mundial.

En cuanto a la acuicultura, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación informó el pasado año de que España lidera la producción acuícola en la Unión Europea, de modo que ayuda a la sostenibilidad del medio marino, puesto que la pesca por sí sola no es capaz de satisfacer la demanda de pescado. Además, indican que esta "puede ayudar a reducir la presión en las poblaciones de peces salvajes". En palabras de José Miguel Mulet, profesor de biotecnología en la Universidad Politécnica de Valencia, "las piscifactorías requieren menos recursos que una granja, porque los peces son de sangre fría, es decir, tienen menos necesidad metabólica y, por tanto, les hace falta menos pienso. Un mundo en el que comiésemos pescado en lugar de carne ya sería más sostenible".

La conclusión está clara: el consumo de los productos del mar nos ayuda a avanzar en el cuidado del medio ambiente.

Nivel personal: cuidando nuestro corazón

La elección de productos del mar reporta beneficios para la salud de los consumidores, ya que el pescado aporta proteínas de gran calidad. El pescado, en especial el azul, es una fuente de ácidos grasos poliinsaturados omega-3, que, tal y como afirmó la Fundación Española del Corazón, contribuyen a mantener unos niveles normales de colesterol y juegan un importante papel en la prevención de la aparición de enfermedades cardiovasculares. El cuerpo humano no es capaz de producir estos ácidos, por lo que deben ser incorporados mediante la dieta.

Por su parte, los mariscos también cuentan con un gran valor nutricional. Son una fuente de proteínas, vitaminas y minerales, además de que son bajos en sodio y grasas saturadas.